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Foto del escritorVioleta Zurkan

¡Socorro, soy doble de mi Suegra!



¡Socorro!, soy doble de mi suegra o de mi suegro, o de mi pareja o de quien sea. Hoy te quiero aclarar qué sucede y qué no sucede cuando eres doble de tu suegra, suegro, o tu pareja es doble de tu padre o de tu madre, etc. y darte un acto simbólico que te puede ser útil para tomar conciencia y empezar a ver a tu pareja, como tu pareja y nada más.

Como sabes, todos estamos programados a nivel inconsciente con información de nuestro árbol genealógico, proyecto sentido, etc. Esa información inconsciente nos lleva hacia una tendencia de pensamientos, sentimientos y emociones. Estos pensamientos, sentimientos y emociones nos hacen tener una vibración muy concreta, que a su vez, resuena con otras personas con una vibración parecida.

Esto quiere decir que resuenas con personas que tienen unos pensamientos, sentimientos y emociones que resuenan contigo, bien por semejanza o bien por polaridad (contrarios). Así que, aunque tú crees que te enamoraste de tu pareja por sus ojos verdes, por su sonrisa, una mirada o por algo que te dijo, la realidad es que vuestra vibración era parecida y por lo tanto os atraíais.

Dos personas no son pareja si no están en una misma vibración, y un encuentro nunca es casualidad. Es un acto de amor de la Consciencia Universal, que desea darte la oportunidad de transcender tus programas limitantes. Un encuentro entre dos nunca es casualidad. Es un acto de amor de la Consciencia Universal. Cuando tienes una relación de pareja, se da siempre una relación perfecta. Es decir, una relación que es perfecta para tomar conciencia de programas inconscientes que ambos lleváis.

Si deseas ser feliz, utiliza tu relación de pareja como un espejo para amarte a ti mismo. Una persona que desee evolucionar y ser feliz, utilizará su relación de pareja como un espejo para verse a sí misma, perdonarse y amarse incondicionalmente.

El transgeneracional es una herramienta preciosa que te guiará en un camino de perdón y sanación, siempre y cuando lo utilices desde el amor y la consciencia. En cambio si lo utilizas desde el miedo, y te quedas en la visión puramente dualista, entonces el transgeneracional puede volverse un motivo más para temer, para querer predecir “cosas malas” que pueden pasar y en el fondo, para separarte aún más de tu felicidad.

Si lo has entendido, comprenderás que no hace falta que preguntes a tus posibles parejas su fecha de nacimiento, salvo para hacerles un regalo. Tampoco tienes que decidir si quieres o no quieres estar con alguien por su fecha de nacimiento. ¡Por Dios!. Simplemente vive tu vida, y si hay alguna problemática, entonces recurres al árbol como una herramienta para tomar conciencia, sanar, transcender tus programas… nada más. Y ahora sí…


Si tú eres doble de tu suegra pueden pasar al menos, dos cosas:

1 – “Soy doble de mi suegra y estoy feliz con mi pareja.”

2 – “Soy doble de mi suegra, y NO estoy feliz con mi pareja.”


En el primer caso, no hay que hacer nada. Al menos nada especial, simplemente lo que harías con cualquier pareja. En nuestra vida, de manera natural nos desprogramamos inconscientemente de muchos de esos programas heredados, por lo tanto no tienes que querer razonarlo todo, de verdad que no hace falta.

En el segundo caso, este dato te está invitando a mirar hacia arriba en tu árbol para comprender el “para qué” tú eres doble de tu suegra.

Como sabes, que seas doble de tu suegra no va a suponer necesariamente que heredes información de ella, sino más bien, que inconscientemente ves a tu marido como a un hijo, y él te ve como su madre. Esto es muy inconsciente, y a veces puede llevar a una relación a convertirse casi literalmente, en una relación madre-hijo… o padre-hija.

Los síntomas a veces son poco deseo sexual, o ninguno y la tendencia a asumir roles que terminan pareciéndose muy poco a los de una pareja.

Si es tu caso, ¿Qué debes de buscar en tu clan?:

  • Mujeres desvalorizadas, que hicieron igualmente un papel de madre para sus maridos.

  • Hombres inmaduros, quizás ausentes del hogar y de su pareja.

  • Madres sobre-protectoras y posesivas con sus hijos.

  • Hombres con ausencia de afecto o exceso de madre.

  • Mujeres que perdieron a un hijo.

  • Hombres que perdieron a un padre o madre.

Ten en cuenta que esto es lo más típico, pero también lo verás a la inversa. Es decir, hombres desvalorizados, mujeres inmaduras y ausentes, etc. Tomar conciencia de la historia familiar, de nuestra propia historia sería una de las partes importantes a la hora de desprogramar los problemas de pareja.

La otra parte sería dejar de ver a nuestra pareja como lo que no es. Ver a nuestra pareja solamente como pareja, sin proyectar al padre, madre, hijo o cualquier otra cosa. Puedes necesitar una especie de guía o ejercicio que te ayude a tomar conciencia, así que aquí te dejo un ejercicio simple y muy efectivo, que te puede ayudar a desprogramar.

Paso 1:

Escribe una carta dirigida a tu pareja en la que le vas a hablar de cómo inconscientemente le confundes con (tu madre, padre, hermano…) y cómo eso puede hacer que tu pareja a ti te vea como (hijo, hermano…). Esta carta sólo la tienes que ver tú, es decir, en la forma va dirigida a tu pareja, pero en el fondo es para tu inconsciente.

Háblale de los problemas que sientes que esto está provocando. Pueden ser de apetito sexual, de comunicación, emocionales, de no asumir responsabilidad, económicos… eso lo sabes tú. Déjate sentir lo que escribes, no lo hagas con prisa y tampoco escribas una carta racional. Debe partir de la emoción.

Puedes comenzar así: “Me doy cuenta que todo este tiempo he estado proyectando en ti la relación con mi padre y esto ha provocado que….”

Y al terminar la carta puedes añadir: “Estoy dispuesto a verte a ti y amarte por lo que tú eres, y no por lo que me has estado representando hasta ahora. Quiero verte a ti y que tú puedas verme también a mi.”

Paso 2:

Una vez has escrito la carta la concluyes con un acto simbólico. Puedes quemar la carta y enterrar las cenizas junto a una semilla, flor o planta que a ti te simbolice el amor de pareja. Podrías hacerlo en un lugar significativo, donde conociste a tu pareja, en el lugar que os disteis el primer beso o cualquier otro lugar especial para ti.

Ponle imaginación, los actos simbólicos se pueden personalizar muchísimo y resulta muy divertido hacerlo así.

¡Muy importante! Tú no haces esto para cambiar a tu pareja, o para que tu relación cambie. Lo haces para tomar conciencia, y porque eres tú quien está asumiendo la responsabilidad.

Has asumido que tu vida es un reflejo de tu mundo interno, y por lo tanto todo lo que haces lo haces por amor a ti. Eso no quiere decir que no vayan a haber cambios en la relación de pareja. En la mía los hubo y muchos, pero yo no lo hice con la intención de que mejorase la relación ni de cambiar a mi pareja.

Todo lo que haces con la intención de que el otro cambie, te mantiene en el problema. Por lo tanto céntrate en ti y deja que los demás se ocupen de sus asuntos (si quieren).



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